Los obsequios consistían en neceseres de señora y caballero, un regalo que consideraron muy útil muchos de los residentes y familiares.
Los residentes se mostraron tremendamente agradecidos estrenando su neceser en el momento, así como besando al Rey Mago y reclamando fotos junto a él y su paje. Los familiares allí presentes agradecieron el gesto. Fue una mañana muy divertida y amena.